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Pagar con wearables: un futuro probable

6 noviembre, 2015
Los métodos de pago están evolucionando; cuando todavía los usuarios se están familiiarizando con la tecnología de las tarjetas contactless (NFC), parece que la expansión de los pagos gracias a los productos como los wearables son una realidad inminente, gracias a que ofrecen una experiencia de uso personalizada, innovadora, simple y satisfactoria.

Mercado mundial de wearables.

Según la International Data Corporation (IDC), en 2014 se registraron 19,6 millones de wearables y se estima que en 2019 se venderán 126,1 millones de unidades a nivel mundial. El crecimiento de la tasa de adopción, provendría principalmente de los wearables para llevar en la muñeca.

Parece que, a lo que a pagos se refiere, la industria se enfocará principalmente en los relojes inteligentes y las pulseras, aunque incluso en el Reino Unido, se han llegado a probar guantes para pagar. En el caso de las pulseras, ya existen compañías que se dedican exclusivamente a su fabricación y ya existen bancos, algunos de ellos españoles, que las ofrecen para sus clientes.

También en nuestro país ya se han celebrado eventos donde los asistentes podían comprar a través de pulseras que les eran proporcionadas. De esta manera, los usuarios de esta tecnología no tienen que pagar con sus tarjetas o efectivo.

No obstante, parece que los wearables tienen como público objetivo principal a los millennials (entre 18 y 34 años). Según un estudio de la IDC, en 2018 el 16% de la población pertenecerá a esta generación y acelerarán el proceso de adopción de esta tecnología para estar permanentemente conectados como forma de vida. Además, otro reciente estudio de Intelligent Environments revela que la mitad de los millennials británicos ha realizado una transacción a través de un dispositivo wearable en los últimos seis meses.

La seguridad
Tomando como referencia un estudio elaborado por Tractica, los pagos vía wearables representarán el 20% de las transacciones contactless. Cabe destacar, en cuanto a comodidad y seguridad, que su funcionamiento es el mismo que el de una tarjeta de crédito. La conexión entre el TPV y el wearable solo funciona cuando los dispositivos están muy cerca. Además, como también sucede con las tarjetas contactless, para transacciones de mayor volumen es necesaria su validación mediante el código PIN.

De todas maneras, también hay empresas que trabajan en perfeccionar aún más si cabe la seguridad de estos productos. De momento, las investigaciones oscilan alrededor de la identificación de la persona por su ritmo cardíaco, algo único e imposible de transferir de una persona a otra.

En líneas generales, las estadísticas parecen estar del lado de los wearables, así como la tendencia de consumo de tecnología. Sin embargo, qué duda cabe que el usuario se debe sentir lo suficientemente seguro para portar un wearable como método de pago. Por ahora, parece que solo la generación de los millennials se encontraría con la necesaria como para poder hacer uso de ello.

La importancia del análisis de datos
De la mano de los wearables está la capacidad de obtener datos sobre los hábitos de gasto de los consumidores. El futuro probablemente pase por los pagos predictivos, por lo que con una simple repetición por la compra del mismo servicio y en el mismo lugar, la transacción se haga de manera automática. ¿Será el fin de las colas por un café o por comprar el pan? Lo que está claro es que la solución estará en un accesorio más de nuestro día a día; comienza la era wearable, según Íñigo Arroyo, del Departamento de Comunicación de Sipay, primera pasarela de pagos que ha obtenido todas las certificaciones PCI DSS 3.1, nivel 1, que ofrece soluciones de pago adaptadas a cada negocio con un servicio personalizado para sus puntos de venta, comercio electrónico, pago por el móvil y MO/TO (Mail Order/Telephone Order).

* Para más información: www.sipay.es

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