Concluido el ejercicio fiscal en abril, Nintendo ha presentado unas pérdidas de 43.204 millones de yenes (unos 402 millones de euros). No obstante, la empresa ha asegurado que a partir del mes de septiembre de 2012 esperan volver a ganar dinero con cada portátil vendida, al contar lo que se van a ahorrar al reducir los costes de fabricación de la portátil Nintendo 3DS.

Además, la compañía confía que las ventas de los próximos lanzamientos estrella previstos, el nuevo Brain Age, en verano, el New Super Mario Bros 2, en agosto o el próximo Animal Crossing, en otoño, logren ingresar el dinero suficiente a las arcas del grupo como para cubrir gastos y reportar, de nuevo, beneficios. La nueva consola, Wii U, prevista para finales de año en Europa, Japón y Estados Unidos y el mantenimiento de las ventas de la Wii animan a los directivos de la gran N a ser optimistas.

Nintendo prevé vender en el próximo año fiscal 18,5 millones de consolas 3DS y 73 millones de juegos para la consola portátil. Todo esto tiene que generar unas ventas a 31 de marzo de 2013 de 820.000 millones de yenes.

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