El equipo de I+D+I de Teka ha conseguido este desarrollo logrando la aplicación de un innovador sistema de esmalte que minimiza el consumo energético y es capaz de limpiar el horno a través de agua evaporada en 24 minutos que hace que la grasa y restos de suciedad se desprendan de las paredes del horno tras el ciclo de limpieza; esto supone mayor comodidad, seguridad, ahorro y durabilidad.

A través del vapor de agua y con la función hydroclean, la cavidad del horno queda totalmente limpio y sin grasas sin necesidad de utilizar un producto de limpieza específico.

Otra de las principales ventajas de esta tecnología es que, con ella, el horno no supera los 100ºC en el interior del horno (cuando un horno tradicional alcanza una media de 250 ºC) e incluye una fase de enfriamiento evitando así el riesgo de quemaduras, tan común.

La compañía alemana ha decidido que la fabricación de los hornos que incluirán esta nueva tecnología sea en la planta de Zaragoza y está previsto que se exporten a nivel mundial como la alternativa más sencilla y ecológica para la limpieza del horno sin necesidad de utilizar ningún producto antigrasa.
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