En esta visita, que se ha llevado a cabo en 13 países europeos,  se han analizado 33 comercios de dos ciudades españolas y observado 7.718 electrodomésticos de los cuáles el 74% estaban correctamente etiquetados. Comparando con el mes de enero de este año, en el que solamente el 63% presentaba de manera adecuada y según la legislación vigente las etiquetas, este dato supone una mejora considerable que ha sido posible gracias al esfuerzo de fabricantes, distribuidores, cadenas y comercios del sector.

A pesar de esta mejora, Escan ha detectado pequeños problemas  de colocación de las etiquetas, en numerosas ocasiones, se encuentran en el interior de hornos, lavadoras, lavavajillas y vinotecas, y otras veces, se sitúan en la parte posterior del embalaje, lo que hace que cuando el comercio exhibe el producto sin embalaje, no hay la opción de colocar la etiqueta a la vista del consumidor.

Otros aspectos interesantes destacados por Escan en relación con el etiquetado energético es que, en el caso de los televisores, para los usuarios, la eficiencia aún no es un argumento de compra. Antes prefieren el precio y el tamaño. Además, según constata Escan, las personas que ofrecen este tipo de productos tampoco tienen en cuenta el etiquetado energético cuando lo venden.

La consultora también alerta de que los aparatos de aire acondicionado sólo lucen visible la tira derecha de la etiqueta y nunca la etiqueta base que debería ser suministrada por los productores.

Escan ofrece de forma gratuita un manual  sobre el nuevo etiquetado energético de  electrodomésticos que está disponible en la página web: www.come-on-labels.eu/acerca-del-proyecto-es/documentos-es

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