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Intel invertirá 80.000 millones de euros en el ecosistema de chips de la UE

17 marzo, 2022
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Entre los planes de Intel se encuentra la fabricación de dos fábricas de seminconductores en Alemania.

Intel planea invertir hasta 80.000 millones de euros en toda la cadena de valor de los semiconductores de la Unión Europea. Ahora, la compañía ha anunciado la primera fase de esta operación que pretende llevar a cabo durante la próxima década.

En concreto, el reciente comunicado incluye planes para invertir 17.000 millones de euros en una megafábrica de fabricación de semiconductores de vanguardia en Alemania. Asimismo, parte de dicha cantidad también se destinará a la creación de un nuevo centro de I+D y diseño en Francia; así como a inversiones en I+D, fabricación, servicios de fundición y producción back-end en Irlanda, Italia, Polonia y España.

A través de esta histórica inversión, Intel pretende traer su tecnología más avanzada a Europa. De este modo, busca crear un ecosistema de chips europeo de nueva generación y abordar la necesidad de una cadena de suministro más equilibrada y resistente.

«Nuestro plan de inversiones supone un paso importante tanto para Intel como para Europa. La nueva Ley Chips Act permitirá a las empresas privadas y a los gobiernos trabajar juntos para que avance de manera significativa la posición de Europa en el sector de los semiconductores», asegura Pat Gelsinger, CEO de Intel. «Esta iniciativa tan amplia impulsará la innovación en I+D de Europa y traerá la fabricación de vanguardia a la región en beneficio de nuestros clientes y socios de todo el mundo. Nos comprometemos a desempeñar un papel esencial en la configuración del futuro digital de Europa durante las próximas décadas», añade.

Alemania, el nuevo hub europeo de Intel

El principal objetivo de este programa de inversión es equilibrar la cadena de suministro de semiconductores a nivel mundial. Para ello, Intel apuesta por una importante expansión de las capacidades de producción de la compañía en Europa.

En este sentido, durante la fase inicial del proceso, Intel prevé desarrollar dos fábricas de semiconductores, las primeras de su clase. La planificación de estas, que se ubicarán en Magdeburgo (Alemania), comenzará inmediatamente. Asimismo, su construcción tendrá comienzo durante la primera mitad de 2023, mientras que la producción se pondrá en marcha en 2027, a la espera de la aprobación de la Comisión Europea.

El objetivo es que las nuevas fábricas produzcan chips con las tecnologías de transistores más avanzadas de la era Angstrom de Intel. De esta forma, se atenderán a las necesidades de los clientes de fundición, tanto de Intel en Europa como a nivel mundial. Todo ello, como parte de la estrategia IDM (fabricación de dispositivos integrados) 2.0 de la compañía.

Asimismo, con la nueva infraestructura se espera generar 7.000 puestos de trabajo en el sector de la construcción; 3.000 puestos permanentes de alta tecnología en Intel; y decenas de miles de puestos de trabajo adicionales entre proveedores y socios. Además, servirá para constituir un nuevo hub en el continente europeo, un espacio que ya empieza a conocerse como Silicon Junction y que también será un punto de conexión para otros centros de innovación y fabricación.

Más inversiones en fabricación

Por otro lado, y con esta primera fase del programa, Intel sigue invirtiendo en su proyecto de expansión de Leixlip, en Irlanda. Para ello aporta 12.000 millones de euros adicionales y duplica el espacio de fabricación para traer la tecnología de proceso Intel 4 a Europa, así como ampliar los servicios de fundición. Cuando se complete dicha ampliación, la inversión total de Intel en Irlanda será de más de 30.000 millones de euros.

A su vez, se han entablado negociaciones entre Intel e Italia para implementar una fábrica de última generación para las fases de fabricación back-end. Con hasta 4.500 millones de euros en inversión potencial, la nueva fábrica crearía cerca de 1.500 nuevos empleos en la plantilla de la compañía. Asimismo, cabe añadir los otros 3.500 puestos de trabajo que se generarían entre proveedores y socios. De este modo, Intel e Italia pretenden que se trate de la primera instalación de su clase en la UE, con tecnologías nuevas e innovadoras. Además, esto se sumaría a las oportunidades de innovación y crecimiento de la fundación que Intel espera alcanzar en Italia con la adquisición de Tower Semiconductor. En concreto, Tower dispone de una importante asociación con STMicroelectronics, que posee una fábrica en Agrate Brianza, Italia.

Con todo ello, Intel prevé invertir más de 33.000 millones de euros a estos planes de fabricación. Sin embargo, dicha apuesta por aumentar las capacidades de fabricación en la UE serviría a la compañía para sentar bases y estrechar vínculos con las diferentes partes de la cadena de valor de los semiconductores. Así como aumentar la capacidad de recuperación de la cadena de suministro en Europa.

Una apuesta por la capacidad de innovación europea

Para avanzar en la fabricación de semiconductores de vanguardia, es imprescindible contar con una sólida estrategia de I+D y diseño. En este sentido, Europa cuenta con centros de estudio e investigación pioneros. Por ello, Intel considera que apoyar y reforzar este clúster de innovación mediante inversiones adicional en I+D para poder vincularlas a sus planes de fabricación, servirá para impulsar el círculo de la innovación en Europa. De hecho, también ayudará a proporcionar a las pequeñas y medianas empresas (PYMES) un mayor acceso a las últimas tecnologías.

Siguiendo esta línea, la empresa planea construir su nuevo centro europeo de I+D en los alrededores de Plateau de Saclay, Francia. Con ello, crearía 1.000 nuevos empleos de alta tecnología, 450 de los cuales ya estarían disponibles a finales de 2024. De esta manera, Francia pasará a ser la sede europea de Intel para la computación de alto rendimiento (HPC) y las capacidades de diseño de inteligencia artificial (IA). En concreto, la innovación en HPC e IA beneficiará a un amplio conjunto de sectores industriales, como la automoción, la agricultura, el clima, el descubrimiento de fármacos, la energía, la genómica, las ciencias de la vida y la seguridad. Con el único objetivo de mejorar la vida de la ciudadanía europea.

Intel también prevé establecer su principal centro europeo de diseño de fundición en Francia. Así, ofrecerá servicios de diseño y materiales de diseño a los socios y clientes tanto de la industria francesa, como de la europea y mundial.

Más acciones para potenciar el I+D

También relacionado con el I+D, Intel está aumentando en un 50% el espacio de su laboratorio en Gdansk, Polonia. El objetivo de dicha acción es desarrollar soluciones en los campos de las redes neuronales profundas, el audio, los gráficos, el centro de datos y la computación en la nube. En principio, la ampliación finalizará en 2023.

Con estas inversiones se reforzarán aún más las antiguas relaciones de Intel con los institutos de investigación europeos. Ejemplo de ello son el IMEC en Bélgica, la Universidad Técnica de Delft en los Países Bajos, el CEA-Leti en Francia y los Institutos Fraunhofer en Alemania. La compañía también está desarrollando emocionantes asociaciones en Italia con Leonardo, INFN y CINECA para explorar nuevas soluciones avanzadas en HPC, memoria, modelos de programación de software, seguridad y en la nube.

Finalmente, en España, el Centro Nacional de Supercomputación (Barcelona) e Intel han colaborado en la arquitectura de exaescala durante la última década. Ahora, están desarrollando una arquitectura de zettascale para los próximos años. Así, el Centro de Supercomputación e Intel planean establecer laboratorios conjuntos en Barcelona para avanzar en la computación.

Ventajas para toda la UE

Todos estos planes de inversión de Intel en Europa conllevarán efectos positivos en todos los sectores y estados miembros. Principalmente, el fomento de un productivo círculo de innovación y el reequilibrio del suministro de silicio a nivel mundial.

Los planes de inversión de la compañía servirán para acelerar las capacidades de diseño de chips de vanguardia e impulsar la industria europea de proveedores de materiales y equipos. Asimismo, abastecerán a la sólida base de clientes de todos los sectores en Europa. Dichas inversiones también atraerán a miles de ingenieros y trabajadores técnicos adicionales. Así, el grupo de innovadores, empresarios y visionarios que harán avanzar el futuro digital y ecológico de Europa crecerá.

La mirada puesta en la transición ecológica

El ecosistema europeo de semiconductores de última generación surgido a partir de las inversiones de Intel, apoyará la transición ecológica y contribuirá a la consecución del Pacto Verde Europeo. En concreto, unos chips más eficientes pueden reducir el consumo de energía de la próxima ola de hardware digital, al tiempo que impulsan las soluciones de HPC e IA.

Durante 2020, Intel elaboró su estrategia RISE 2030 y sus objetivos de responsabilidad corporativa para acelerar la integración de prácticas responsables, inclusivas y sostenibles durante esta década. En línea con los objetivos climáticos de la UE, Intel busca alcanzar sus objetivos de sostenibilidad para 2030. Entre ellos se incluye lograr un uso neto positivo del agua mediante la conservación, el reciclaje y la recuperación del agua, y la financiación de proyectos hídricos locales que restauren más agua dulce de la que consume. Además, Intel alimentará sus operaciones globales de fabricación con energía 100% renovable para lograr un total de cero residuos en los vertederos.

*Para más información: intel.es

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17.03.2022