Las redes inalámbricas de quinta generación comenzarán a aparecer en el mercado entre 2020 y 2030, con el fin de sostener el crecimiento continuo del negocio de la telefonía móvil y apoyar a la industria a la hora de ofrecer una mejor respuesta al desafío del Big Data. Entre los factores impulsores se encuentra la perspectiva de que la demanda de capacidad inalámbrica se multiplique por mil en la próxima década, la oportunidad de negocio de conectar 100 mil millones de “cosas” sin cables, así como la capacidad de acceso al espectro de radio para crear conexiones inalámbricas de alta velocidad. Todo ello permitirá crear una red inalámbrica que alcance velocidades de hasta 10 Gbit por segundo, 100 veces mayor que la ofrecida por el dispositivo móvil más rápido disponible actualmente en el mercado.