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GRUNDIG

El papel capital de los SIGs en la gestión de RAEEs

27 febrero, 2015

Ayer, durante una ponencia ante la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático del Senado, José Pérez destacó que en España se recogen actualmente 3,2 kilos de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), frente al objetivo obligatorio de 4 kilos que mantiene el RD 110/2015 para este año, aunque éste deberá aumentar progresivamente hasta el 65% del peso medio de los aparatos introducidos en el mercado o el 85% de los residuos generados a partir de 2019. A ello, añadió que el crecimiento de los RAEE es tres veces más rápido que el del resto de los residuos urbanos.

Según José Pérez, este contexto explica la vital importancia de la consolidación de un modelo de gestión como el de los SIG, que garantiza la recogida y la correcta descontaminación del mayor volumen de kilos de estos residuos y la máxima recuperación de los materiales reutilizables, además de contar con un gran respaldo ciudadano.

De hecho, según los últimos datos disponibles de la Oficina de Coordinación de Raee, en 2013, los SIG superaron ampliamente el objetivo de 4 kilos por habitante en ciertas categorías de aparatos. Así,  los sistemas colectivos gestionaron el 43,2% del total de kilos de aparatos de frío puestos a la venta por los fabricantes ese año y el 107% de los monitores y televisores, cifra que triplica el objetivo obligatorio. 

José Pérez señaló, además, que el sector de la gestión de residuos es el mayor generador de empleo verde en España, con una representatividad del 27%. Igualmente, destacó que el correcto tratamiento y reciclaje de los residuos genera entre cinco y siete veces más empleo que el tratamiento por incineración y diez veces más que el depósito en vertedero.

Por último, José Pérez puso de relieve algunas de las deficiencias que frenan el crecimiento de los kilos de RAEE gestionados en nuestro país. Entre ellos, destacó  el aumento de los flujos paralelos, especialmente en el caso de los residuos con valor positivo; la  escasez  de  mecanismos  eficaces  de  inspección  y control para acabar con prácticas agravadas por la crisis, como los robos en puntos limpios; y la competencia desleal de fabricantes que no se responsabilizan de la gestión de sus productos al final de su vida útil.

Asimismo, planteó la necesidad de establecer unos criterios homogéneos en la contabilización y la trazabilidad de los diferentes flujos legales de residuos y simplificar los trámites administrativos, de manera que ello facilite el control real y se eviten gastos innecesarios a los actores de la cadena de recogida y reciclaje.

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* Para más información: www.recyclia.es

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