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El CEO del grupo Haier gana el Best Practices Award

22 mayo, 2015

El CEO del grupo Haier gana el Best Practices Award

Zhang Ruimin, CEO del grupo Haier, la marca número uno mundial de Grandes Electrodomésticos por sexto año consecutivo (con un 10,2% de volumen de ventas unitarias, según Euromonitor International Limited, datos de 2014);, ha sido el primer ganador en 2015 del premio Best practices CEO, presentado por el Best Practice Institute.
 
BPI, una de las asociaciones líder mundial en gestión de talentos, entrega el premio cada año a los mejores CEOs mundiales que han demostrado un firme compromiso con el desarrollo de talentos de forma innovadora. Zhang Ruimin ha sido seleccionado al Best Practices CEO Award entre más de 500 nominados. Phil Martens, CEO de Novelis, y a Steve Reinemund, CEO de PepsiCo, fueron galardonados en años previos.
 
Zhang Ruimin es exactamente la clase de director ejecutivo que el CEO Award de BPI busca reconocer, dijo Louis Carter, fundador y CEO del Best Practice Institute. Lo que el señor Ruimin hizo hace 30 años para rescatar y revitalizar su empresa fue heroico. Y lo más importante es que continúa teniendo ese espíritu pionero a día de hoy, liderando la transformación de la gestión de talentos en la era de Internet.      

De una fábrica en bancarrota a una multinacional

El grupo Haier, fabricante global de productos electrónicos especializado en neveras, aires acondicionados, microondas, ordenadores, televisores y teléfonos móviles, tiene alrededor de 70.000 empleados en todo el mundo con unos ingresos anuales de 32.600 millones de dólares  y unos beneficios de 2.400 millones.
 
Zhang Ruimin se convirtió en el director de la compañía predecesora de Haier, Qingdao Refrigerator Factory, en 1984, cuando tenía 35 años. La deteriorada fábrica estaba fuertemente endeudada y al borde de la bancarrota. Durante sus primeros meses al mando, Ruimin tuvo que solicitar préstamos a los prestamistas privados para poder pagar los sueldos de sus empleados.
 
Pese a los duros comienzos, con una combinación de apoyo y exigencia a sus empleados, y gracias a la adaptación continua del modelo de negocio para mantenerse al día, Ruimin ha llevado a Haier a convertirse en la mayor marca de electrodomésticos en el mundo. Así los ingresos por ventas han aumentado más del cuádruple desde el año 2000.
 
El compromiso de Zhang con su plantilla
 Durante sus primeros años como CEO, Zhang Ruimin hizo de las condiciones de trabajo de sus empleados una de sus prioridades: aumentos de sueldos, transporte desde y hasta el trabajo y refuerzo de los estándares laborales que resultaron en un enriquecimiento general del lugar de trabajo y en un aumento de la calidad.
 
En 1985, Ruimin atrajo la atención fuera de Qingdao tras exponer en el patio de la fábrica 76 modelos de neveras defectuosos. Tras dar martillos a los empleados que habían participado en la fabricación de los productos, les pidió que los destruyeran. El dramático episodio vehiculó el mensaje de que Haier era a partir de ese momento una compañía para la cual la calidad era clave.
 
La dirección en la era de internet
Treinta años después, Zhang Ruimin ha acaparado la atención mundial, no solo por su extraordinario éxito al mando de Haier sino también por su dirección innovadora. En un discurso que pronunció el año pasado resumió casi 200 años de principios de dirección modernos para concluir diciendo con la llegada de la era de Internet, creo que todos estos principios han sido sobrepasados.
 
En Haier, Zhang Ruimin ha introducido el modelo Individual-Goal Combination Win-Win que alinea los objetivos de los empleados con las necesidades de los consumidores. De esta forma, cuando cada trabajador individual está motivado por las experiencias de los usuarios, la combinación resultante es un Win-Win. En Haier se espera de todos los empleados saber quiénes son los usuarios finales y buscar su aportación en todo lo que hacen.
 
El proceso de negocio tradicional, dice Zhang Ruimin, consiste en una serie de pasos, desde la planificación hasta la distribución, muchos de los cuales están aislados de los consumidores finales. Para dar a los empleados un contacto más directo con los usuarios, estos trabajan en equipos autogestionados, que funcionan como  pequeñas empresas independientes. Cada grupo tiene su propia estrategia, contratación, compra y producción. Asimismo son responsables de sus ganancias y pérdidas, y los empleados son pagados en función de las mismas. Forbes los describió como equipos pequeños y autogestionados sin jerarquía ni jefes.
 
Louis Carter, de BPI, señaló que los mejores líderes creen en la creatividad de sus miembros y les dejan libertad para liberar su potencial. Nadie ha hecho esto con menos miedo y a una escala tan amplia como Zhang Ruimin.

* Para más información: www.haier.es