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Los aranceles de Trump golpean al sector europeo de los electrodomésticos

24 abril, 2025
Carlos Moreno Figueroa, director general de Sinersis.

Carlos Moreno Figueroa, director general de Sinersis, ha denunciado en un artículo que la cruzada arancelaria de Donald Trump está afectando gravemente al sector europeo de los electrodomésticos.

En este sentido, a causa de estos nuevos aranceles, marcas europeas como Electrolux, Beko o BSH, con actividad significativa en España, se enfrentan a una pérdida del margen de competitividad de sus productos en Estados Unidos.

Pese a que muchos fabricantes cuentan con fábricas y plantas de ensamblaje en Norteamérica, Moreno destaca que «el impacto tanto en fabricantes europeos como asiáticos puede ser enorme a corto plazo«. Esto implicaría una mayor presión en el mercado europeo, a fin de absorber las producciones y la facturación destinadas a Estados Unidos, que disminuirán de forma significativa.

Asimismo, muchas pymes españolas especializadas en componentes o ensamblaje, integradas en cadenas globales, están perdiendo acceso a uno de los mercados más importantes del mundo. A medio plazo, esto podría ocasionar una reconfiguración del mapa industrial europeo, con efectos especialmente negativos en aquellos países más dependientes del comercio exterior.

Igualmente, si las medidas comerciales de Estados Unidos provocan un encarecimiento sostenido de los productos importados, tal y como ya se está observando en determinados sectores tecnológicos o industriales, es probable que también incrementen los precios para el consumidor europeo.

Según Moreno, «menor oferta, menos innovación y mayor incertidumbre regulatoria terminan encareciendo la cesta de la compra industrial«.

La gran promesa de Trump, desmentida

Del mismo modo, el director general de Sinersis señala que, pese a que la gran promesa de Trump con estas medidas es el retorno de las fábricas a Estados Unidos, los datos desmienten esta posibilidad. En esta línea, con pleno empleo y sin una política migratoria que posibilite cubrir nuevos puestos industriales, «no hay base laboral suficiente para absorber una reindustrialización masiva«.

Además, para Moreno lo más preocupante no es que esta política nazca de una lectura errónea de los datos, sino que se aplique desde la posición de mayor poder económico del mundo, porque «si quien más ha ganado con el libre comercio decide dinamitar sus reglas, el coste lo asume el conjunto del sistema global«. De forma paradójica, el primero en pagar ese precio podría ser Estados Unidos.

También, apunta que, más que un plan económico, lo que se está poniendo en marcha es una ingeniería de poder que utiliza la economía como campo de batalla. Al hacerlo, se está alterando un ecosistema que ha tenido hasta ahora a Estados Unidos como mayor beneficiario.

Necesidad de leer bien la jugada

Por otro lado, Moreno asegura que Europa, y España en particular, debe prepararse para un escenario prolongado de tensiones comerciales con Washington. «No se trata solo de responder con aranceles equivalentes, sino de reforzar la competitividad estratégica de nuestros sectores clave, diversificar mercados de exportación, proteger la innovación y apostar por la autonomía tecnológica«, añade.

De esta manera, es necesario que Europa lea bien esta jugada. No es suficiente con protegerse de los aranceles, sino que hay que entender que detrás de ellos hay una estrategia para que Europa, China, México o cualquier socio comercial llegue rápidamente a la mesa de negociación con menos fuerza y más urgencia.

Así, Trump no quiere cerrar la economía estadounidense, sino rediseñar el tablero global con unas reglas más favorables para él.

Jugar con inteligencia

Según el directivo, como parte de ese tablero, España «necesita adoptar una doble estrategia: proteger a sus sectores sensibles, como el de los electrodomésticos, y ganar autonomía estratégica en innovación, energía y tecnología«.

«No podemos jugar al viejo juego industrial del siglo XX, porque ni tenemos el tamaño ni el músculo fiscal para ello, pero sí podemos jugar con inteligencia. Porque alterar lo que funciona siempre es arriesgado, pero hacerlo sin necesidad, por razones políticas o ideológicas, puede ser simplemente temerario«, agrega.

Por último, Moreno subraya que «en este nuevo ciclo, quien primero entienda el movimiento real bajo la superficie del discurso será quien menos pague sus consecuencias«.

*Para más información: https://www.sinersis.es/

Sonitrón

24.04.2025