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Loxone identifica las principales barreras al hogar digital en España

3 agosto, 2018

A pesar del creciente número de hogares inteligentes, tanto el mercado tecnológico como el inmobiliario necesitan mejorar ciertos aspectos de su actividad, según la empresa de soluciones domóticas, Loxone.

03.08.2018 El concepto de hogar inteligente y la presencia de este tipo de viviendas en España se ha incrementado de forma considerable durante los cinco últimos años, gracias, en parte, a las nuevas generaciones y a la predisposición de los usuarios a sumarse a esta revolución. Apesar de ello, siguen existiendo barreras a la expansión de los smart homes, lo que se traduce en que aún muchas viviendas españoles no dispongan de ningún aparato inteligente.

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En este sentido, entre dichas cortapisas, la compañía Loxone cita el hecho de que muchos dispositivos tecnológicos no se comunican de forma integrada con el resto de aparatos del hogar. Existen muchos aparatos conectados (IoT) que suelen controlarse a través de una app pero que no se comunican con el resto de dispositivos de la casa, con lo cual la automatización completa de las funciones para que la vivienda vaya sola no llega a producirse.

De nada sirve tener elementos conectados en casa si no se comunican entre sí. Un termostato inteligente que no pueda saber si las persianas están subidas mientras está dando el sol en verano, y actuar en consecuencia, no aporta la inteligencia que creemos que deben tener todos nuestros hogares en el futuro, explica Meritxell Esquius, Responsable de Marketing en Loxone.

También en el sector inmobiliario

Otro de los frenos que señalan los expertos de Loxone reside en el sector inmobiliario que, en comparación con otros mercados, como el automovilístico, no ha avanzado tanto en cuestión de tecnología, pues se siguen construyendo viviendas del mismo modo y la incorporación de elementos electrónicos e inteligentes se concibe como un añadido.

Cambiar esta forma de ver la construcción y la instalación eléctrica, y planificar desde el principio la incorporación de sensores y elementos inteligentes, permitirá abaratar los proyectos, añade Esquius, quien afirma que la automatización y flexibilidad ante cambios ofrecerá la funcionalidad que se precisa.

Tampoco hay que pasar por alto la cuestión del almacenamiento y la protección de datos. La mayoría de dispositivos guardan sus datos en la nube en lugar de servidores internos en el hogar, con lo que con algún fallo de seguridad dichos datos podrían quedar expuestos.

Hogares inteligentes sin conexión a Internet

Desde Loxone destacan que para tener un Smart Home completo no es obligatorio disponer de internet. Según donde se guarden los datos que recoge la instalación para su funcionamiento (registros de temperatura, detección de presencia y luminosidad, horarios o modos configurados) la casa puede funcionar con conexión local.

Asimismo, los servidores externos pueden provocar lentitud en la ejecución de los comandos, además de que el usuario pierde el control si hay cualquier incidencia en el servidor, haciendo que no se pueda ni subir persianas desde dentro de casa.

En este aspecto, Loxone Smart Home almacena todos los datos en su Miniserver, el controlador que se instala en el cuadro eléctrico de cada hogar, con lo cual los datos no están alojados en un servidor externo.

*Para más información: www.loxone.com